Los gatos necesitan agua fresca y renovada de forma diaria. Pueden ser algo especiales con la comida, pero en cuanto a agua se refiere, mucho más. Al margen su comportamiento escrupuloso, es habitual que los propietarios tengan dificultad para calcular la cantidad diaria que el gato ha bebido a lo largo del día. Algunos tienen tendencia a beber poco y otros, por el contrario, demasiado.
¿De qué depende la ingesta de agua?
Puede llegar a ser una respuesta muy complicada. La ingesta de agua puede depender del tamaño del gato, la época del año en la que se encuentre y, como todos o la mayoría sabemos, de su alimentación.
Si nuestro gato se alimenta únicamente de alimento comercial, el cual sólo presenta un 10% de agua en su composición, deberemos aportarle entre 60 y 120 ml más que a los gatos que se alimentan con comida húmeda, la cual puede contener hasta un 80% de agua en su interior. Por lo tanto, un gato alimentado solo con pellet seco, deberá beber más agua que los alimentados con comida húmeda, todo ello para mantenerse correctamente hidratados.
Si nos referimos a la edad del gato, debemos saber que los gatitos y gatos seniles deberán beber más agua que los adultos. Pero no hay una regla para ello en edades, aunque sí en peso. Un gato de 5 kg de peso debería beber 250 ml de agua al día en condiciones naturales. Siempre es importante saber cuanta agua puede contener el bebedero de nuestro felino y, en lo posible, no rellenar hasta no verlo vacío. Pero un gato debería beber tanta agua como quisiera, por lo que siempre es bueno motivarlo con diferentes boles en distintos sitios de la casa, para que nunca se le olvide.
Por último, varía en pequeñas proporciones según la época del año. No es lo mismo en verano, que padecen mucho calor, que en invierno, cuando no quieren separarse ni un segundo de la estufa, aunque para ir a beber agua. Debemos ser racionales en estos casos para no alarmarnos innecesariamente.
Los extremos nunca son buenos, por lo que debes empezar a prestar más atención a tu gato si bebe poca o mucha agua. Un gato deshidratado puede presentar algunos síntomas, como los que te explicamos a continuación:
La deficiencia de agua, en casos muy extremos puede llevar a nuestro gato a tener problemas en su aparato urinario, como cristales en orina, cálculos en el riñón, etc. Siendo el fallo renal crónica la causa de muerte más común en los gatos maduros. Otros problemas serán visibles en la piel, pero también apreciaremos mal olor de la boca, como halitosis.
La ingesta de agua excesiva o polidipsia, puede estar indicando que el gato pierde líquidos por otro lado, ya sea a través de la orina o de otras vías. En general la polidipsia vendrá acompañada de la poliuria, una patología que provoca al felino orinar más de lo normal. Podemos detectarla si observamos más de tres orines al día, incluso fuera de la bandeja de arena. Los cambios suelen ser paulatinos pero cuando los dueños lo notan, puede llegar a ser muy tarde. Debemos consultar al veterinario cuando vemos que algo no anda bien.
TIPS para hidratar un gato
Fuente: Experto Animal.com